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10 minutos con… Franck Noto aka Zest

11 de Junio de 2020
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El trabajo del artista francés Franck Noto aka Zest (Montpellier, 1980) ha dado un giro sustancial desde sus inicios, hace más de 25 años, cuando pintaba graffiti por las calles de su ciudad natal. El graffiti entendido no como una forma de vandalismo, si no como una expresión y descarga orientada al diseño en su sentido más puro. Pasó de estar años experimentando en la calle como escritor de graffiti a desarrollar un trabajo mural y de estudio figurativo donde aparecían personajes femeninos que se integraban con formas abstractas y geométricas que poco a poco, y con la evolución de su estilo, pasaron a dominar sus composiciones por completo hasta llegar a la pura abstracción, manteniendo los códigos estéticos que le han vinculado desde sus inicios con el graffiti. Fue recientemente, en 2016, cuando ese giro en su estilo se hizo efectivo, con un primer mural completamente abstracto sobre un cubo de piedra. Desde entonces el azul, un color que antes evitaba, se ha hecho protagonista de un trabajo en el que investiga y experimenta con el movimiento y las energías que encuentra en diferentes disciplinas a través del uso de formas básicas y colores primarios. Franck Noto tiene una luz y una energía especial, una sencillez y un ritmo vital que le hacen único y que consigue trasladar a su medio a través de la brocha y el rodillo.


 


Tu primer recuerdo pintando… Fue en el edificio donde estaba el gimnasio de mi colegio donde hice mi primer graffiti. Vivía muy cerca del lugar y pasaba por delante cada día para mirarlo. Ese primer día que lo hice sabía que sería el primero de muchos.


Lo último que pintaste en la calle… Hace bastante tiempo que no hago nada ilegal en la calle. El graffiti siempre me ha encantado pero mi motivación no era vandalizar, estaba más orientado al diseño. Y si hablamos de muros, el último que he hecho ha sido en Madrid para Urvanity Art 2020 este febrero.


 






 


¿Pintar en la calle o el trabajo de estudio? Para mi son dos mundos diferentes. El estudio para mi supone hacer pequeño y mediando formato y es donde me concentro para concentrar en esa obra todo lo esencial. La calle es algo más tirado, tiene otro rollo.


 






 


¿Tu color? Ahora sin duda es el azul pero durante los veinte años que he estado haciendo graffiti nunca lo usé, lo odiaba en realidad. Me empezó a gustar a raíz de mezclarlo con los colores que utilizaba alrededor y de repente ahora me encanta.


Una rutina diaria… Bueno, pues tengo dos hijos… ¡Esa es mi rutina! Además de eso paso el día entero en el estudio. Es mi lugar favorito, donde me siento bien. Para mi no significa solo trabajo. Luego cuido de mis hijos y mi familia y de vez en cuando cojo la bicicleta para dar un paseo y despejar la mente. Llevo una vida muy simple.


¿Con quién te gustaría hacer una colaboración? Con Soulages, que es con quien la he hecho. Es un artista contemporáneo francés que pinta todo en negro.


 






 


Un artista al que admires… En realidad no soy muy fan de nadie en general, soy muy crítico con todo el mundo y al mismo tiempo hay demasiada gente a la que admiro como para quedarme con solo uno. Si hablamos de graffiti entonces me quedo con Futura 2000.


Un artista menos conocido y con gran proyección… Hay ahora una nueva generación de artistas que vienen con una muy buena energía y con mucho que decir. Recuerdo hace años, cuando Aryz tenía unos 20 años que llegó con este estilo súper loco de graffiti, trajo algo que aún no conocíamos.


El trabajo con el que más has disfrutado… Hice un proyecto muy especial con la Universidad de Montpellier. Mucho más minimalista de lo que estaba acostumbrado, trabajando de una manera muy simple con amarillos y azules en un espacio abierto para resaltar su arquitectura. Otro trabajo del estilo fue el que hice con el Festival Asalto de Zaragoza, en un pasaje. Son espacios arquitectónicos especiales, me gustan más que los muros en sí por el juego que dan con los volúmenes.


 






 


¿Y con el que más orgulloso te sientes? Siempre con el siguiente trabajo. Siempre se me hace complicado mirar atrás, nunca estoy del todo satisfecho.


¿Un momento que marcara tu carrera? Siempre he hecho arte figurativo, hasta que estos personajes comenzaron a convertirse poco a poco en figuras abstractas, siempre manteniendo los códigos del graffiti. Terminaron por desaparecer de mis pinturas y fue cuando empecé a hacer el arte abstracto. La primera vez que lo plasmé fue con un fresco en una cubo de piedra. Esto fue en 2016.


 






 


¿Tu mentor? Nunca he tenido uno. Soy muy crítico, incluso con mi trabajo y me cuesta ser ‘fan’ de nadie. ¡Ni siquiera con cantantes!


Tu trabajo en tres palabras…  Energía, color y movimiento.


¿Y tu personalidad? Mejor quedarse con el artista que con la persona (risas). Soy una persona muy sencilla con una vida muy simple.


Una ciudad para pintar… Un lugar al que viajé que me encantó fue Argentina.


Un lugar especial para ti… Mi estudio, sin duda.


¿Qué no soportas?  ¡Tantas cosas! (risas). No me gustan las tonterías de la gente, hay tantas cosas que simplemente no entiendo… Por ejemplo el racismo, ahora que estamos con este tema, no lo entiendo. No entiendo por qué alguien que tenga una marca, otro color… tenga que ser diferente.


 






 


El último libro que has leído…  Uno para mi hija ‘El osito marrón’. Yo soy como un niño, a penas leo y lo que leo es todo con imágenes.


La última película que has visto… No puedo ni acordarme, tengo muy mala memoria pero tiene sentido, me quedo siempre dormido.


¿Lo mismo con las series? ¡Incluso peor! Son tan lentas…


¿Qué música te inspira? Si fuera por mi trabajaría sin música pero mi compañero de estudio es el que siempre pone algo. Me gusta la calma.


 






 


Un museo o espacio de arte… El Museo Fabre en Montpellier. Tienen una colección preciosa de Soulages, el pintor que he mencionado antes. Logramos hacer un proyecto con ellos introduciendo el graffiti en un entorno clásico como lo es este museo.


Un muro… Vuelvo a Aryz. No tiene nada que ver con mi estilo pero admiro mucho su trabajo.


Un bar donde encontrarte… No bebo nada de alcohol. Así que si me quieres encontrar en Montpellier puedes hacerlo en la playa. Cojo la bici y me voy para allá a tomar un café.






 


¿Tienes algún miedo? Perder mi inspiración.


¿Alguna manía u obsesión? ¡Necesito pintar todos los días! Tengo que pasar todos los días por mi estudio, incluso aunque no pinte, vengo a pensar.


 






 


¿Sólo o acompañado? Suelo tener siempre mucha gente alrededor pero al mismo tiempo logro quedarme solo dentro de mi cabeza. Ni siquiera me importa si hay gente al rededor mía hablando, yo consigo pintar.


¿En qué pierdes el tiempo? Cuando me levanto tarde. Lo odio por que siento que he tirado el día entero.


Un objetivo… Más que un objetivo lo que quiero es seguir disfrutando de lo que hago. Trato de buscar ese equilibrio en el que me sienta cómodo entre las cosas que hago. Para eso lo primero es sentirse cómodo con uno mismo.


 






 


¿En qué estás trabajando ahora? Estoy trabajando en varias exposiciones colectivas, una en Suiza, en Montpellier y en Holanda. Tengo un solo show más grande en noviembre en la galería Le Feuvre & Roze en París. Ahora estoy centrado en ello a tope.


Tu futuro ideal… Si en el futuro me mantengo tal y como estoy ahora entonces estaría perfecto. Siempre evolucionando, ¿sabes? Mi trabajo no tiene por qué quedarse donde estoy ahora, lo que no sé es en qué dirección irá. Pero si todo se mantiene tal y como ha estado hasta ahora, entonces para mí habré triunfado.


Un mantra… Creo mucho en las energías. Si tienes una buena energía entonces darás y recibirás buena energía. Si no lo es… entonces es mejor que empieces por estar bien contigo mismo.


 






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