Un nuevo espacio con mucho arte ha abierto sus puertas en Madrid. Un tablao para los más valientes y atrevidos que presenta una novedosa mirada al flamenco, una mirada clásica y transgresora, con elementos contemporáneos que a la vez respetan la tradición flamenca. Un tablao 2.0 basado en la modernidad y la tradición.
Se trata del Flamenco de Leones, enfrente de la emblemática Puerta de Alcalá, y el lugar del que no pararás de oír hablar. Un sitio lleno de arte no solo sobre las tablas, sino por el arte que cuelga en cada uno de sus rincones. Comisariados por Urvanity Projects, los artistas Iván Floro y Sergio Mora han sido los principales encargados de darle al espacio toda la pasión flamenca con toques vanguardistas.
@emiliopdoiztua
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Hablamos con Ivan Floro, el artista detrás de las icónicas portadas / pinturas del cantante C.Tangana, con un estilo influenciado por el impresionismo y el luminismo. Sus obras retratan escenas propias del costumbrismo español y en este proyecto el foco se ha puesto en el flamenco como una filosofía de vida, una forma de ver y vivir el día a día. Afincado en Mataró, Barcelona, se ha ocupado de realizar los 15 lienzos de gran formato que acompañan las majestuosas escaleras que dan la bienvenida al tablao y que de abajo a arriba van subiendo de intensidad flamenca hasta llegar al éxtasis total del baile.
“He querido mostrar con las 15 obras, que el flamenco no es sólo espectáculo, sino que también es reunión, una forma en la que las familias humildes se unían tras largas jornadas de trabajo, y quería apreciar eso” nos cuenta Ivan. Inspirándose en los cuadros flamencos de John Singer y el estilo de Sorolla, Ivan lleva el último año produciendo las obras.
@juan_videobro
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Además, detrás de estas obras hay una historia que se trata de retratar, una historia que va se va desarrollando a medida que subimos hacia el tablao. “En la primera parte, abajo, es cuando asistimos a través de las obras a la preparación del baile. Hay un cuadro con tan solo una guitarra, la hice en homenaje a la música flamenca, que es realmente el núcleo de todo”, continúa. “En el cuadro de la preparación, la persona que se está pintando los labios es un hombre, algo que a primera vista no es del todo obvio”. Es la idea detrás, adentrarnos en un tablao flamenco 2.0, otro detalle que se ve con varios hombres dando palmas y travestidos de flamenca o en la obra de ‘La Sobremesa’, una de las piezas más grandes, donde una chica baila sobre la mesa va vestida con un chandal de adidas. “Esta obra es lo que pasa cuando estás reunido con tus amigos y familia, que después de comer alguien saca una guitarra y otro se pone con las palmas y en la espontaneidad del momento alguien se sube sobre la mesa, en chándal, y se pone a bailar”.
@juan_videobro
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“Me daba miedo que el momento del baile se me fuera de intensidad, por eso he incluido una escena del descanso, que en mi opinión equilibra por completo la secuencia”, dice. “En el flamenco no es todo el rato baile, también me gusta ver esa parte de cómo los bailarines estiran los tobillos y se echan un cigarrito.”
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A medida que vamos subiendo las escaleras la emoción se va intensificando. Llega el espectáculo, la pureza del flamenco, la alegría y la emoción de los bailarines. La obra que pone punto final a la secuencia es la cúspide de la pasión del tablao, el éxtasis. “Hemos podido ver el flamenco como razón de reunión, el flamenco como espectáculo, y en la última obra he querido representar el flamenco como la manera de expresión más pura que existe. Cuando el baile sobrepasa al artista, y el bailarín se pierde en posturas imposibles”.
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A lo largo del recorrido, Iván también ha querido llevar las obras a su terreno e incluir algunos aspectos de su vida personal a través de los personajes, como su abuela en la sobremesa o su dálmata Jazz. “En el cuadro de la sobremesa hay muchos detalles personales, como mi abuela dando las palmas, y curiosamente la cajetilla de tabaco encima de la mesa la pintó mi padre un día que vino a verme al estudio”, confiesa Ivan.
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