Bianca Mann
(1991, Bucharest)
Vive y trabaja en Bucarest. En sus últimos proyectos se ha interesado por el tema de la identidad, basado en dos elementos -la máscara y la mancha-, este último utilizado a la vez como oportunidad para hablar de lo que los psicólogos llaman puntos ciegos y como elemento formal que guarda similitudes con las manchas de tinta utilizadas en el análisis de la percepción de imágenes para determinar la propia personalidad. En sus obras, Bianca Mann describe la identidad del hombre, que desgarrada por la serie de papeles impuestos por la sociedad, por el entorno doméstico o simplemente por las tensiones internas, se convierte en un escenario en el que distintos personajes realizan actos diferentes mientras llevan la misma máscara.
En las obras de Mann, el enunciado artístico se lee más bien como una invitación a recorrer la multitud de posibilidades de entender al ser humano como una "obra en progreso". Cada escultura parece abarcar una amplia colección de proyecciones de la misma entidad con un efecto fascinante.