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Es, sin duda, uno de los artistas callejeros franceses más activos y conocidos fuera de Francia, que difunde sus plantillas por todo el mundo desde 2006. Rápidamente se dio a conocer en la escena internacional y, en particular, tras la invitación de Banksy en 2008 para su exposición clandestina "The Cans Festival". La calle ocupa un lugar muy especial en su obra, él habla de sus intervenciones como una contextualización: "Siempre hago una oferta contextual. Tiene que haber una unidad entre la obra y el lugar donde se inserta para que el público se identifique con ella. Es una forma de cortesía".