Licenciado en Arte por la Universidad del País Vasco y Máster en Investigación en Arte y Diseño por la Universidad Autónoma de Barcelona, su práctica artística gira en torno a la "plasticidad burocrática", entendiendo su relación con el sistema como un problema estético.
En su primera etapa trabajó en proyectos subvencionados por instituciones a través de becas y convenios universitarios, pero no fue hasta 2019 cuando decidió desvincularse de esta vorágine que le arrastraba hacia la precariedad más absoluta y optar por otro camino.
Esta actitud conscientemente derrotista fue la que le hizo destacar por su peculiar forma de crear narrativas, utilizando la crítica y el cinismo como medio de presentación.
David Macho pasó de ser un ser inocente con ilusión a un mercenario del arte con humor. Desde entonces ha trabajado en un proyecto más personal, realizando encargos para famosos, o como a él le gusta llamarlos: la corte contemporánea; entre ellos Neil Harbinson, Luis Venegas, Paloma Wool, Rigoberta Bandini, Stacy Wall o Rosalía.
Una de sus colaboraciones más famosas fue una campaña para Gucci en 2020 en la que participaron varios artistas de todo el mundo.