Dimitris Ntokos
(Grecia, 1984)
Dimitris Ntokos se introdujo en la escena artística griega como un artista callejero profundamente influenciado por los símbolos del antiguo Egipto, comenzando con el motivo del escarabajo y, más adelante, con los jeroglíficos que dominan sus composiciones. Su arte puede ser descubierto por casualidad: cuando un comerciante en el centro de Atenas cierra las persianas de su negocio, en la cancha de baloncesto de Kifisia, cuyo suelo está "ocupado" por un enorme mural, o mientras se conduce por una carretera rural, al costado de la cual yace un coche abandonado o quemado con símbolos sobre él. Su arte también se encuentra en otros países, en las paredes de edificios abandonados en Berlín, Bélgica e Italia.
El artista trabaja principalmente con acrílicos y óleos en colores brillantes. Es llamativo que la mayoría de los símbolos no se repiten en la superficie que elige para trabajar, ya sea un lienzo, un coche, una pared o un espejo. Un símbolo sigue al otro, desplegando así un misterioso papiro, una carta encriptada y un diario codificado cuyos símbolos son interpretados a través de los ojos de cada espectador. La particularidad de la nueva serie de Ntokos radica en que cada ideograma está aislado en la composición cuadrada del lienzo, en contraste con las series anteriores, donde los ideogramas inundaban la superficie, uno tras otro. A lo largo de su carrera, Dimitris Ntokos ha ofrecido una transición de la narrativa a la letra. Como si miráramos con una lupa sus obras anteriores, los espectadores son invitados a examinar minuciosamente la forma de cada letra y los detalles de los "textos" originales. Así, se encuentran observando los inicios del laberinto lingüístico de Dimitris Ntokos.