Driton Selmani

Selmani aborda la idea de la realidad percibida deconstruyendo formaciones de temas sociales, políticos y culturales que se han corporizado a su alrededor. A temprana edad, le dijeron que adorara a un país que ya no existía, lo que le hizo formar una base de escepticismo hacia cualquier realidad supuestamente dada. Más tarde utilizó esto como una herramienta beneficiosa para reconstruir sus creencias en artefactos visuales. En 1999, los viejos simulacros fueron reemplazados por nuevos simulacros; los adornos de un espacio anterior fueron renovados para desplegarse con nuevos significados pero también con nuevas incertidumbres. Selmani se enfrenta a sí mismo como espectador de este "acontecimiento en curso" y se posiciona como actor, representando sus actuaciones basadas en sus historias personales, creencias y dudas.