Su obra se basa en el reconocimiento de una necesidad básica del ser humano de protegerse, de aislarse frente a las condiciones adversas actuales. Mantenerse bajo ese casco abstracto, esa burbuja imaginaria que te aísla de todo lo que ocurre alrededor, y te envuelve bajo un mundo sutil, criogenizado, enfrentándose a la realidad que vivimos, desvaneciéndose en un viaje al interior, enfrentándose a uno mismo.
Los personajes retratados a su vez, buscan, indagan, bucean y escarban en la psique del espectador, intentando presenciar lo que espera en el mundo exterior. Un mundo lleno de luces pero también de sombras. La técnica, el color y la materia de los cuadros intenta hacer palpable esa protección sensorial que nos transmite el encapsularnos frente al viento del afuera del mundo exterior.