GARCINUÑO es un artista visual abstracto cuyo lenguaje pictórico combina en el mismo lienzo las formas, líneas y ritmos abstractos con la introducción de imágenes fotográficas realistas.
En su lenguaje pictórico combina en el mismo lienzo cuántas técnicas plásticas sean necesarias para que abstracto y realismo; subjetividad y objetividad se aúnen en un mismo formato que difícilmente podemos encasillar. Más allá de las sorpresas que incorpora en cada obra.
Óleo, resinas, sprays, cintas adhesivas, reproducciones digitales intervenidas, papeles, cueros y aglutinantes y disolventes de toda clase son ejecutados para presentar en la manufactura final un diálogo entre abstracto y realidad de catalogación compleja.
El mundo onírico de Garcinuño es un intento por representar algo tan etéreo como son las emociones y los sentimientos y son asimismo, un reflejo de los opuestos que hay en cada una de estas emociones o sentimientos, lo subjetivo y lo objetivo. Su obra es un ensayo sobre la enfermedad crónica del SXXI, las falsas apariencias.
Sin embargo la obra de Kike, es esperanzadora, nos invita a enfrentarnos a la vida con una actitud positiva y a encontrar la belleza dentro de nuestros complejos mundos internos.
La introducción de los elementos digitales dentro de la obra es un paralelismo de la relación del individuo contemporáneo con el mundo que le rodea además de una reflexión de cuanto de lo digital ya forma parte de nosotros y viceversa. En sus armoniosas composiciones, color y forma se vuelven impredecibles, como compases de analgama que hacen que nuestros corazones latan para dejar de ser solo espectadores, sino parte de la obra.