Laura Lasheras, mejor conocida como “Lusesita”, nos presenta una obra con un lenguaje muy peculiar e indudablemente característico de ella. Con sus influencias dispares que van desde encontrar inspiración en lo dulce de un algodón de azúcar hasta la cotidianidad y antiesteticidad de un perro haciendo pis, nos lleva en un viaje donde las memorias, los seres queridos, la nostalgia, pero sobre todo, el humor, son las piezas clave de su trabajo. Y es que ella es capaz de encontrar la nomenclatura perfecta entre la ternura y lo grotesco.
Con estudios de Cerámica artística en la escuela de artes y oficios de Zaragoza. Viajó a Barcelona en el 2003 para completar sus estudios haciendo cursos de torno, esmaltes y joyería contemporánea.
Lusesita, es una de las principales ceramistas de la escena española, basa su obra en las corrientes artísticas del Art Brut y el surrealismo. Trabaja la cerámica de modo experimental estableciendo una visión estética muy personal y poética; sus criaturas se presentan ante nosotros enseñándonos los dientes, sacándonos la lengua, burlándose y haciendo gestos con sus cientos de extremidades en disonancia con sus tonos de color pastel, siendo capaces de transmitir sensaciones contradictorias como la ternura, el miedo y la risa.
La artista no solo convierte con facilidad la cerámica esmaltada en puro sentimiento y provocación de manera poco antes vista, si no también el papel, con obras bidimensionales y de un solo tono, donde trabaja de manera prolija los sombreados, dándole un toque realista, y lo mezcla con trazos ingenuos, creando un estilo personal tan propio de ella.
El trabajo de Lusesita no pasa desapercibido y se ha expuesto en España y en el extranjero. París, Tokio, Miami, Washington, Seúl, Monterrey, Milán.
