Murray Clarke vive y trabaja en Londres, Inglaterra. Clarke se graduó en la Kingston School of Art en 2019 con un máster en Bellas Artes. Su obra explora la dicotomía de emociones que rodean la comercialización y el consumo masivo de telas y prendas de vestir.
A través de su obra, Clarke disecciona y cuestiona nuestras actitudes y sentimientos hacia tales bienes de lujo creando pinturas que son a la vez cálidas y acogedoras, y al mismo tiempo engañosamente frías y superficiales. Al duplicar las imágenes varias veces en sus obras, hace un guiño a las imágenes producidas en serie características de industrias como la publicidad. De esta forma, su obra se opone a la visión tradicional de la pintura como un tema único, incapaz de ser reproducido, puesto que el artista representa la misma imagen pintada una y otra vez, alejándose cada vez más de su naturaleza figurativa. Pintados en un estilo realista, los cuadros carecen de la presencia del artista, por lo que una frialdad casi mecánica usurpa la calidez inicial y nos conduce a cuestionarnos nuestros propios deseos.