Nano Abia
(España, 1978)
Comienza a desarrollar su trabajo creativo como Nano4814 dando sus primeros pasos en la escena española del graffiti de los 90, así como en la música originalmente vinculada a esa subcultura. Tras licenciarse en Bellas Artes en la universidad de Pontevedra realiza una breve estancia formativa en Londres, estudiando en escuelas como Saint Martins School of Arts o el London College of Printing. En 2004 se muda a Madrid para desarrollar su trabajo artístico y comienza a exponer en galerías e instituciones dentro y fuera de España. El trabajo de Nano es experiencial y se expande mucho más allá de la pintura. Sus intereses y referentes en la cultura visual abarcan un gran catálogo de imágenes que luego superpone y extrapola sobre soportes planos y en delicadas piezas tridimensionales en las que los árboles no dejan ver el bosque. Se trata del engaño consentido de un explorador que pide ser explorado. Un entomólogo de la realidad. Tal y como apunta Rafael Schacter, “en su trabajo podemos observar composiciones dinámicas complejas de múltiples formas figurativas, antropomorfas, aunque casi abstractas. Cuerpos superpuestos o fusionados, mezclándose unos con otros en un equilibrio precario que no sabemos si es lucha o auxilio, cópula o rechazo. (…) Nano es el creador de una fricción estilística, de una mascarada pública, poética y estética. Es el pícaro, el embaucador, es la encarnación moderna del arquetipo del embaucador”.comienza a desarrollar su trabajo creativo como Nano4814 dando sus primeros pasos en la escena española del graffiti de los 90, así como en la música originalmente vinculada a esa subcultura. Tras licenciarse en Bellas Artes en la universidad de Pontevedra realiza una breve estancia formativa en Londres, estudiando en escuelas como Saint Martins School of Arts o el London College of Printing. En 2004 se muda a Madrid para desarrollar su trabajo artístico y comienza a exponer en galerías e instituciones dentro y fuera de España. El trabajo de Nano es experiencial y se expande mucho más allá de la pintura. Sus intereses y referentes en la cultura visual abarcan un gran catálogo de imágenes que luego superpone y extrapola sobre soportes planos y en delicadas piezas tridimensionales en las que los árboles no dejan ver el bosque. Se trata del engaño consentido de un explorador que pide ser explorado. Un entomólogo de la realidad. Tal y como apunta Rafael Schacter, “en su trabajo podemos observar composiciones dinámicas complejas de múltiples formas figurativas, antropomorfas, aunque casi abstractas. Cuerpos superpuestos o fusionados, mezclándose unos con otros en un equilibrio precario que no sabemos si es lucha o auxilio, cópula o rechazo. (…) Nano es el creador de una fricción estilística, de una mascarada pública, poética y estética. Es el pícaro, el embaucador, es la encarnación moderna del arquetipo del embaucador”.