Pablo Merchante
(España, 1979)
El proceso y su rastro son los pilares fundamentales de mi investigación pictórica. A partir de las tensiones provocadas por las primeras manchas gestuales y aleatorias, la imagen se construye entre la mímesis de una realidad inventada y la deriva de la intuición y la experimentación. Las imágenes creadas se disuelven entre lo abstracto y lo figurativo. Sin embargo, depende de la identidad de la imagen prediseñada y de las texturas creadas con el material pictórico, si la pintura fluye hacia lo referencial o permanece en un mundo más íntimo y sugerente (abstracto). La línea que une cada exposición y el trabajo en el estudio es continua, sin un discurso narrativo o un sentido del concepto como tal, sino que están vinculados entre sí (pinturas) y se alimentan entre sí. Los motivos se repiten cada vez con más frecuencia y el mismo boceto se puede utilizar para más de un trabajo. Mi preparación en la música clásica es muy importante porque los ritmos, la armonía y la composición que recorre la pintura se construyen a partir de este tipo de forma de entender la vida y lo sensible. Actualmente, el mundo de las plantas ha invadido mi trabajo, en el que he estado trabajando desde que sufrimos la pandemia en 2020. Desde entonces, entendí la necesidad de la naturaleza en mi vida y comencé a recrearla en mis pinturas y casi inconsciente y subliminalmente se han adocargo de mi iconografía. Las plantas y las flores se mezclan con planos de color que sugieren materiales artificiales (madera, cartón plástico). Esta unión de naturaleza y materiales artificiales construye una nueva imagen, un mundo donde la naturaleza está relacionada con lo industrial, y plantea nuevos planos vitales.