Sun-Kyo Park
(1990)
Creo que un Hombre en la mente tiene un punto central. Creo que una cultura, una sociedad y una universidad se crean superponiendo los círculos en los que cada persona dibuja su punto. Creo que el punto central en la mente tiene un poder como el punto de mira de todo el mundo. Estudiar y dibujar cada el punto de partida está conectado el acto para mí para entender el universo.
El poder de la impresión de un personaje es grande. Cuando observo a una persona, me centro especialmente en la impresión del rostro porque creo que el cuerpo y su postura son la información del contorno de la impresión, mientras que la emoción o la historia de la persona se revelan más directamente en el rostro. Por eso, cuando dibujo un personaje, tiendo a utilizar el cuerpo, la ropa, el fondo y otros elementos para satisfacer la necesidad de armonía formativa y explicación incidental. El rostro también desempeña un papel importante en la determinación de la primera impresión. Por eso, aunque todas las demás expresiones funcionen bien, la falta de expresión dificulta que el público quede cautivado de inmediato en el primer vistazo. La impresión de un personaje con toda esta información recopilada puede ser sólo una imagen posterior momentánea a través de la cual podemos reconocer a una persona en un corto período de tiempo, pero es la información más intensa que transmite intuitivamente la información contenida en el personaje. La información vuelve a ser interpretada de diversas maneras por el prejuicio del público, que es lo que más deseo que haga el público.