Yann Leto, es un artista francés, que actualmente reside en Roma.
Leto es esencialmente un pintor libre de ortodoxia, por lo que sus mensajes transpiran continuamente entre las instalaciones, creando un lenguaje en el que la hibridación es la clave. En una obra expansiva, los límites se presentan como un inconveniente a eliminar, y por eso se mantienen la iconoclasia y la crítica.
El uso de la ironía no trivializa la crítica sociopolítica. Su pintura densa produce imágenes que se conciben como un collage en el que los elementos tipográficos conviven con una intensa revisión de las grandes pinturas clásicas, donde el vacío de los planos sin pintura se disipa de la imagen.
Este collage surge de un conjunto de investigaciones que lo obligan a acumular discos duros saturados de archivos digitales, imágenes de Google, recortes de prensa y artículos. Sobre este archivo -casi enfermizo- se desarrolla un enfoque ‘sin reglas’ de los protagonistas, un ciclo emocional visual que reposiciona al ser humano en una sociedad marcada por sus inquietudes.