Memories of Passersby I, es un trabajo pionero en la inteligencia artificial. Klingemann usa un complejo sistema de redes neuronales para generar un sinfín de retratos inquietantes que corresponden a mujeres y hombres creados por inteligencia artificial. Estas interpretaciones de rostros humanos son inspiradas en lo que André Bretón clasificó como "belleza convulsa". Las imágenes se derriten, se deforman y se convierten en pura abstracción, mientras la máquina lucha para crear nuevos retratos. Para el espectador, Memories of Passersby I es una experiencia hipnótica en la cual se ofrece la oportunidad de ver a la inteligencia artificial "pensando" a tiempo real y disfrutando de retratos únicos que nunca se volverán a repetir.