Jan Kaláb (Praga, 1978) pertenece a la generación de escritores de graffiti más antigua activa a día de hoy en la República Checa. Tal vez lo conoces como Cakes, el alias bajo el cual se convirtió en uno de los pioneros de la escena del graffiti en su ciudad natal con la crew de DSK. En el año 2000 viajó a Nueva York, donde llevó a cabo uno de sus mayores logros como escritor de graffiti, pintando un coche completo de un tren de metro. Como Point, su otro pseudónimo, forzó los límites del graffiti creando letras en 3D en madera y otros materiales, junto con otras esculturas, que colocaría en las calles de todo el mundo. Fue en 2007 cuando se encerró en su estudio para explorar el arte abstracto, al que llegó a través de una larga evolución e investigación artística, fuertemente dominado por figuras geométricas, especialmente círculos, mientras investigaba conceptos de profundidad, tiempo y movimiento. «No me imagino haciendo algo diferente al arte. Trato de no dudar tanto de lo que hago, lo cual, por supuesto, todavía sucede y es bueno ser crítico contigo mismo, pero la duda no puede ser más fuerte que tu propia creación », dice.
Orgulloso de sus raíces de graffiti, este artista contemporáneo nos recibe en su estudio ubicado en Praga, y muy cerca de donde vive, en un live a través de Instagram. Puedes ver el video completo haciendo clic aquí.
«Este es el espacio principal donde trabajo sobre las pinturas, sobre todo el trabajo de brocha. Aquí paso la mayor parte de mi tiempo y normalmente tengo a dos personas que me echan una mano, no todos los días pero casi. Ahora estoy en un momento de experimentación con las pinturas. Estoy trabajando sobre estas nuevas piezas y estoy muy feliz con ellas. Es un juego de colores, es un azul oscuro o un rojo hecho a base de muchas capas. Es un trabajo más oscuro de lo habitual y probablemente pronto haga algunas cosas más coloridas en el futuro, pero depende, me gusta este estilo monocromo que estoy haciendo. Es fresco y me gusta cambiar, evolucionar… Es lo que me hace feliz, tratar de hacer cosas nuevas todo el tiempo. Algo bueno que ha tenido toda esta crisis del coronavirus es que todo se ha detenido o pospuesto, así que he tenido la oportunidad de quedarme en mi estudio, dejar de viajar y la posibilidad de trabajar en las cosas que realmente me interesan », dice Jan cuando comenzamos la visita en vivo por su estudio.
«Esta solía ser mi oficina, pero tuve que darle una vuelta al espacio. Antes tenía un sofá, una mesa grande, algunos cuadros colgados, una biblioteca … Pero recientemente compré una máquina de corte CNC, por lo que todo el trabajo más sucio ahora se produce aquí. La máquina sirve para cortar madera para los marcos que produzco: envío los documentos digitales en un archivo de AutoCAD desde un viejo ordenador que tengo aquí y la máquina hace los recortes sobre la madera. Todavía estoy aprendiendo cómo usarlo, pero veo un gran potencial. Es medio nueva, probablemente pueda hacer algunas cosas más interesantes en el futuro, pero ahora estoy muy liado con las pinturas y no tengo tanto tiempo para experimentar con ella. Ahora no la tengo en uso, sobre ella tengo algunos de los lienzos que utilizaré luego. Sobre esas piezas de madera estiramos bien el lienzo y tras ello le ponemos muchas capas de yeso hasta que se quede perfecto para pintar», continúa.
«Esta es la sala donde hago todo el trabajo con spray, se necesita una buena ventilación y siempre tiene que estar cerrada. Ahora tengo aquí algunas piezas de las colecciones en las que estoy trabajando. Juego a mezclar colores con la pistola de spray y ahora hasta la pared parece una obra de arte. Al ver cómo quedaba me planteé pintar un lienzo con el estilo de lo que estaba sucediendo en la pared, pero no me gustó, así que volví a mi trabajo tradicional», dice riéndose.
«Mi próxima exposición probablemente será con estos trabajos que siguen la línea de lo que expuse el año pasado en Plastic Murs en Valencia, pero realmente no tengo prisa, estoy realmente feliz de poder trabajar a mi ritmo. No diré lento porque trabajo duro y rápido pero sin estar estresado y con las prisas de tener que estar en otro lugar la próxima semana. Algunas de estas obras irán en junio a la Galería Fabien Castanier, con sede en Miami, pero será una exposición virtual así que simplemente enviaré las fotos y las colgarán en ese espacio».
«Esta es mi oficina actual y aquí es donde empieza mi proceso creativo. Lo primero que hago es dibujar a mano algunos bocetos en este cuaderno. Luego transfiero el boceto a Illustrator, donde trabajo con los colores. Imprimo algunas visualizaciones de lo que sale del Illustrator para hacerme una idea de las pruebas de colores. El marco de madera con la forma escogida se produce en la sala de la máquina CNC, se estira la tela sobre el mismo y luego comienza el proceso de pintado. En la sala de spray juego con algunos colores para la base, también con el spray hago los degradados del color de base, normalmente con la pistola. Para pintar las líneas finas de color de los bordes utilizo pintura acrílica y un pequeño pincel de la marca Kafka. Los colores realmente los elijo dependiendo del estado de ánimo que tenga. Tal vez rosa, tal vez morados, azul… Se trata más del estado de ánimo que de otra cosa», dice el artista.
«“Point of View” salió hace casi un año. En el libro se puede ver la evolución que ha habido en mi carrera desde algunos graffitis tradicionales que hice en 1999, 2006… hasta las esculturas y el trabajo abstracto de la actualidad. Se aprecia muy bien el recorrido. Hay mucha investigación detrás de todo y hay un punto de inflexión en el que se puede apreciar cómo mis pasos se dirigen hacia la abstracción. Pasé de trabajar haciendo letras de graffiti a usar elementos geométricos, principalmente círculos y cuadrados. Con el tiempo afilé estas figuras e hice estructuras mucho más simples hasta que terminé trabajando solamente con círculos. Los uso como esferas, como agujeros, como planetas… Los pinto en paredes, en lienzos y luego también lo llevé a un plano 3D con esculturas».
«Sobre la estantería de mi oficina tengo algunas esculturas antiguas de «Point». Algunas de ellas las hice de plástico y otros también de bronce. Ahora estoy trabajando en una escultura que tendrá 5 metros de largo. Ya lleva dos años de producción, es un proceso largo, necesitábamos dibujar todo en 3D, mucho trabajo a mano, el moldeado…», dice sobre el proceso de la última escultura a gran escala en la que está trabajando. Cuando le preguntamos sobre la ‘invasión’ de esculturas de Point, un proyecto en el que colocó las pequeñas esculturas donde se lee su nombre ‘Point’ alrededor de su ciudad, dice: «En 2018 fue la última vez que lo hice. Me di cuenta de que no podía andar por la ciudad poniendo algunas de mis esculturas gratis en las calles. Hice ya suficiente cuando era joven », ríe. «Además en este momento estoy más centrado en pinturas y trabajos abstractos. Me encanta hacer esculturas, pero sobre un lienzo es mucho más fácil jugar con mis ideas, con colores… el proceso es mucho más rápido», concluye.