El arte de coleccionar a menudo va más allá de poseer un cuadro o una escultura en casa, algunos coleccionistas lo ven como una forma de cosechar una relación con el artista y crear una mejor comprensión y empatía hacia su obra. A la hora de adquirir una obra hay numerosos factores que entran en juego, algunos pueden tomar su decisión a partir de si la pieza les gusta o no, mientras que otros prefieren profundizar en el artista que está detrás del lienzo. Establecer una relación cercana con un artista nos permite entender lo que le motiva, lo que le inspira, su metodología, y proporciona otro nivel de apreciación de su obra.
Esta es la visión de Cesar Jiménez y Lola Martínez-Rivero y su proyecto Casa de Indias. Ubicados en el Puerto de Santa María de Cádiz, España, llevan más de cinco años dedicados a apoyar a artistas contemporáneos emergentes. Prueba de ello son los premios de adquisición que han concedido en las últimas ediciones de UVNT Art Fair así como su residencia artística donde han recibido a numerosos artistas jóvenes como Iván Forcadell con el que han construido una entrañable relación más bien familiar.
Desde 2019, Casa de Indias desarrolla un programa de residencias artísticas sin ánimo de lucro con el que tratan de tender puentes entre los nuevos talentos y los principales canales de distribución del arte contemporáneo; además de motivar a nuevos coleccionistas. En 2020 desarrollaron el programa de residencias con Iván Forcadell, artista multidisciplinar de Alcanar, España, cuya obra incluye pintura, escultura, instalación y performance.
Hablamos con César e Iván para conocer las claves de su relación duradera y genuina, así como la fórmula para establecer estas conexiones.
«Conocimos a Iván en una de sus primeras exposiciones. Era una exposición espectacular desde el punto de vista estético, las piezas eran muy potentes y luego toda la puesta en escena era impresionante». cuenta César Jiménez, cofundador de Casa de Indias. «Recuerdo perfectamente que hubo una pequeña actuación de Iván disfrazado de abuela dando el pésame a la gente que entraba. Hasta ese momento, no sabíamos nada de Iván, era un artista totalmente emergente. Eso fue hace cuatro años», continúa César.
Sin embargo, no fue hasta a través del programa de residencias de Casa de Indias cuando Iván y César consolidaron su amistad. «Seleccionamos a los artistas que creemos que tienen potencial. Empezamos a considerar a Iván, para nosotros reunía todas las características que buscábamos: era emergente, era joven y tenía talento», recuerda César.
En Casa de Indias el proceso de selección para la residencia es sencillo y se basa en un elemento: la energía. «Intentamos conocer un poco al artista hablando con él y ver qué tipo de energía desprende y determinar si tenemos cierta afinidad personal porque va a pasar mucho tiempo con nosotros» dice César. Para Iván Forcadell, el sentimiento de afinidad fue mutuo «Para mí no hay nada mejor en el mundo que encontrar gente y pensar que esto es hogar, y así sucedió cuando conocí a Lola y a César» dice Iván. «Durante la residencia me convertí básicamente en parte de su familia y pasé mucho tiempo con sus hijas», añade.
La sintonía entre Iván y César también se convirtió en una relación de tipo mentor «Te aconsejan y te plantean desde el más puro cariño la realidad. No intentan ablandarte, y directamente te dicen Mira Chiqui, esto es una mierda o esto es muy chulo, sigue por aquí. Y cuando esto viene desde el respeto y el cariño es maravilloso» destaca Iván.
La afinidad también surgió de la comprensión mutua «Es fundamental ser muy honestos y comprenderse mutuamente» dice César. «Lola y yo trabajamos mucho la comunicación, y teniendo en cuenta que a veces el artista de la residencia puede tener un mal día, pero eso no le define», añade.
La generosidad de Iván es lo que realmente pone la guinda a la relación, de la que César afirma que «es algo de lo que carecen muchos artistas» y añade que «el ego es el mayor enemigo de los artistas, en Casa de Indias somos extremadamente generosos, por lo que esperamos reciprocidad con eso». Además, César y Lola se esfuerzan por establecer relaciones duraderas con el artista «Siempre intentamos que el artista sepa que estaremos con él todo el tiempo, y además le recordamos que es mucho más importante mantener cinco coleccionistas fieles, que intentar tener el mayor número posible» dice César.
Esta fidelidad se refleja en la pasión que los coleccionistas pueden tener con determinados artistas, algo destacable entre César e Iván que también se transmite a otros potenciales coleccionistas «Con Iván, nuestra buena relación con él se manifestaba en la forma de hablar de su obra con otras personas» dice César. Y es que la comunidad de coleccionistas de arte en España es todavía muy de nicho, lo que hace que todos se conozcan entre sí «Hablamos entre nosotros del panorama artístico español todo el tiempo y lo recalcamos a otros artistas», añade. «Somos un clan, para lo bueno y para lo malo, pero intentamos cubrirnos las espaldas todo el tiempo» afirma Iván Forcadell.
Esta comunidad de coleccionistas de arte está ampliando sus fronteras gracias al auge de las redes sociales como forma de relacionarse. Hoy en día, una gran parte de los coleccionistas puede contactar directamente con el artista a través de su cuenta de Instagram, lo que en ocasiones pone en riesgo la figura del galerista como mediador. «Muchos coleccionistas me mandan mensajes sobre mi obra, pero siempre les doy directamente el contacto de mi galerista para ser sincero» afirma Iván. «Sin embargo, es interesante cómo ahora los coleccionistas pueden ser testigos de la vida del artista y experimentar ese storytelling que se produce en la plataforma, lo que añade más valor a nuestra obra», añade.
Para César, su opinión al respecto a este tema es firme «siempre digo que si eres artista y además te ocupas de vender tu propio arte, significa que eres malo en una de las dos cosas. Si haces arte, eres un artista. Y si vendes arte, eres un galerista. No puedes ser ambas cosas», dice. «Sin embargo, sí creo que el IG es importante como escaparate de tu obra, pero siempre debe ser la galería el medio para obtener esas piezas», afirma.
Iván y César compartieron también la importancia de las ferias de arte, en la última edición de UVNT Lola y César dieron un premio de adquisición para Casa de Indias, e Ivan también participó. «Adoro absolutamente las ferias de arte, me parece muy emocionante los momentos de producción y construcción del stand», dice Iván. «Creo que es maravilloso que se reúna toda la gente con los mismos intereses, y a mí me gusta conocer y hablar con mucha gente», añade.
Aunque para los coleccionistas y los artistas la experiencia de la feria de arte puede ser un poco diferente. «Para nosotros es una parte esencial de conectar, damos el premio de adquisición, pero sobre todo nos gusta descubrir y conocer nuevas galerías. Es la oportunidad perfecta para encontrarse cara a cara con galerías que no están en tu ciudad y ver qué tipo de energía desprenden también», dice César.
Por último, al preguntarle a Iván si alguna vez empezaría a coleccionar arte, nos cuenta con curiosidad que entre los artistas existe una especie de mercado de intercambio. «Por desgracia, muchos artistas no tienen suficiente dinero para coleccionar arte», afirma Iván mientras ríe. «Pero es interesante ver cómo intercambiamos obras entre nosotros, así que al final tenemos una colección que en cierto modo pagamos con nuestras propias piezas», concluye.