El artista autodidacta Francisco Mendes Moreira vive y trabaja en Lisboa. En los últimos últimos años, Moreira ha ganado un gran número de seguidores tanto en Internet como en exposiciones internacionales en Norteamérica, Europa y Australia.
Inicialmente, la práctica de Moreira es una forma de resolver problemas que se basan en un proceso de trabajo intuitivo que puede ser desencadenado por la cultura contemporánea respaldando aspectos tanto psicológicos como políticos. Sus series están realizadas predominantemente con pasteles al óleo, pintados sobre envases de cartón encontrados y collageados. A caballo entre el realismo y la abstracción, las imágenes de Moreira plantean esas eternas preguntas: ¿de dónde venimos, qué nos precedió y quién más hay ahí fuera?
Los diferentes soportes y superficies, el número de temas e incluso la escala son todos en el sentido de que es su día a día el que determina los procesos del estudio.
El acto de análisis tiene poco espacio en el proceso creativo concreto, pero si se observa la de la obra del artista se puede concluir que la práctica de Moreiras es un comentario y una puesta en escena continuos de acontecimientos relacionados con la condición humana.